El edging, también conocido como “control de la excitación”, es una técnica sexual que implica retrasar deliberadamente el orgasmo para prolongar el placer sexual, pero ¿cómo?
La técnica consiste en acercarte al borde del clímax sexual y luego debes detenerte antes de llegar al punto de no retorno. Esto te permitirá experimentar intensas sensaciones de excitación sin alcanzar la liberación.
Una de las principales ventajas del edging es que puede llevar a orgasmos más intensos y satisfactorios. Al controlar y retrasar la excitación, se acumula una mayor tensión sexual, lo que puede resultar en una liberación más potente y placentera cuando finalmente se permite el orgasmo.
Otra ventaja del edging es que puede ayudar a mejorar la resistencia sexual y el control sobre la eyaculación. Al practicar el edging de manera regular, se puede entrenar al cuerpo para reconocer los signos de excitación y aprender a controlarlos, lo que puede ser útil para quienes deseen prolongar el sexo y evitar la eyaculación precoz.
Además, el edging puede aumentar la intimidad y la conexión emocional entre las parejas. Al practicar el edging juntos, se puede aprender a comunicarse de manera más efectiva sobre sus deseos y necesidades sexuales, lo que puede fortalecer su relación y crear un vínculo más profundo.
Ahora, ¿cómo se aplica el edging en la práctica? Aquí hay algunos pasos simples para empezar:
Autoexploración:
Comienza por familiarizarte con tu propio cuerpo y tus respuestas sexuales. Presta atención a las sensaciones que experimentas a medida que te acercas al orgasmo y aprende a reconocer los signos de excitación.Control de la respiración:
La respiración profunda y controlada puede ayudarte a mantener la calma y a controlar la excitación durante el edging. Practica técnicas de respiración consciente para ayudarte a relajarte y a mantener el control.Detención y reinicio:
Cuando te acerques al borde del orgasmo, detén la estimulación sexual o cambia a una actividad menos intensa para permitir que la excitación disminuya. Una vez que la sensación de excitación haya disminuido, puedes comenzar de nuevo y repetir el proceso varias veces antes de permitirte llegar al orgasmo.Comunicación con tu pareja:
Si estás practicando el edging con una pareja, asegúrate de comunicarte abierta y honestamente sobre tus deseos y límites. Explícale cómo te sientes y qué necesitas para sentirte cómodo y seguro durante la práctica.
En conclusión, el edging es una técnica sexual emocionante y gratificante que puede mejorar tu vida sexual y fortalecer tu conexión con tu pareja. Al aprender a controlar y retrasar la excitación, puedes experimentar orgasmos más intensos y satisfactorios, así como mejorar tu resistencia sexual y tu intimidad emocional. ¿Por qué no darle una oportunidad y explorar nuevas fronteras de placer?